Un nido de víboras. Andrea Camilleri


Ya tiene 92 años Andrea Camilleri y nos entrega la vigésimoquinta aventura protagonizada por el querido Montalbano.

En la anterior novela, había un olor a despedida que se mantiene en esta: los 58 años del comisario, su malhumor, su impaciencia. Quizás Una voz en la noche fue una novela más política que Un nido de víboras, pero ésta tiene todos los elementos que la hacen una historia reconocible para las fans como yo: además de las características personales de Montalbano, una trama atrapante, un paisaje que se puede hasta oler y oír, una gastronomía y un apetito envidiables, y, finalmente, un cariño enorme hacia un personaje y un autor que serán inolvidables.

Andrea Camilleri. Un nido de víboras. Salamandra, 2017

Resumen de la editorial
Con el paso de los años, las pesadillas que desvelan a Salvo Montalbano se han vuelto más sofisticadas y extrañas. En esta ocasión, el veterano policía cree encontrarse junto a Livia, semidesnudos, en una exuberante selva tropical. Pero no es una selva de verdad: los troncos y el follaje están pintados al óleo, y Livia y él se hallan dentro de un enorme cuadro de Henri Rousseau. Y cuando un trueno ensordecedor devuelve al comisario a la realidad, ésta se materializa con un vagabundo que busca refugio bajo el porche de su casa. Poco sospecha Montalbano que ese encuentro fortuito contiene un elemento clave de su próxima investigación, uno de los casos más turbios y difíciles de su carrera. Esa misma mañana aparecerá muerto el contable Barletta, con señales inequívocas de violencia. Al igual que la falsa jungla del sueño, el muerto no es lo que parecía. Lejos del tranquilo gestor jubilado que simulaba ser, Barletta se revela como un personaje de mil caras, a cuál más sorprendente e inesperada: un hombre de negocios implacable, un verdadero malabarista de la extorsión y el chantaje, y al mismo tiempo un padre de familia hipócrita y desalmado. A pesar de los numerosos casos a los que se ha enfrentado en su brillante carrera, Montalbano comprueba, una vez más, que el ser humano —con sus pasiones, sus deseos, sus debilidades— no deja de ser un misterio insondable.
En esta vigesimoquinta obra de la serie, Andrea Camilleri logra superarse y se afianza como maestro de la novela negra contemporánea. Los lectores podrán disfrutar una vez más del singular sentido del humor del comisario Montalbano, un personaje que perdurará como ejemplo perfecto del savoir-vivremediterráneo.


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