Boquitas pintadas. Manuel Puig


Qué maravilla Manuel Puig. No es sólo su estilo narrativo, los recursos de los que se vale (cartas, reportes policiales, fragmentos de radioteatro, avisos, entre otros). Es también la hondura con la que se mete en la cultura popular argentina, en este caso en las décadas del 30 y del 40 del siglo pasado.

Destaco el conocimiento de Puig y su magistral forma de transmitirlo, de la condición de las mujeres y de las disputas sordas entre ellas. No existía en aquel entonces el concepto de sororidad, que tanto nos aporta y nos cuesta. Muchas mujeres que no ven su condición de tales, que las igualaba en su desgracia, más allá de las marcadas diferencias de clase, no sólo (o no tanto) desde lo económico, porque existen apenas escalones, muy bajitos, entre unas y otras, pero cuánto cambiaban las expectativas (y la seguridad de ser "más") esos escalones.

Bravo, bravo por Manuel y su mirada descarnada de las pequeñas comunidades argentinas y el uso en la literatura del lenguaje popular. Bravo, bravo.






Manuel Puig. Boquitas pintadas. Booket, 2016 (1968)

Resumen de la editorial:
En Boquitas pintadas, la más famosa de las novelas de Manuel Puig (llevada al cine por Leopoldo Torre Nilsson), se entrecruzan de manera indisoluble pasión y crimen. Imaginada como un folletín en dieciséis 'entregas', cada episodio está precedido por versos de canciones populares, en su mayoría tangos de Alfredo Le Pera. La acción de esta historia de amor se desarrolla en un pueblo de la provincia de Buenos Aires, entre 1934 y 1968. Como en los radioteatros de la época, aquí se habla permanentemente de lo prohibido a través del ocultamiento o la simulación.

0 comentarios: