Las aventuras de la China Iron. Gabriela Cabezón Cámara


Debutar con Gabriela Cabezón Cámara con esta novela, es sencillamente una experiencia luminosa. Las aventuras de la China Iron rebosa de alegría, de gozo. Va hilvanando las palabras con una sensualidad que pocas veces encontré.

La China Iron, la mujer sin nombre que Martín Fierro abandona cuando es apresado, habla y sobre todo actúa. Descubre paisajes, plantas, animales, palabras y lenguajes, objetos y cuerpos. Se apropia de todo eso. Y actúa y goza.

Más allá de la trama, en la que no suelo detenerme por aquí, la novela es una relectura y reescritura de la obra emblemática de la literatura argentina del siglo XIX. Ahí están Fierro y Cruz, el propio José Hernández y por supuesto Liz, pero sobre todo está la China, creando un mundo hermoso, donde reinan "el amor y la igualdad".










Gabriela Cabezón Cámara. Las aventuras de la China Iron. Random House, 2017

Resumen de la editorial:
Radiante, luminoso. El desierto es un prisma de perros, cardos, polvo y cielo. La China Iron acompaña a Liz, una inglesa que va tras su marido llevado por la leva. Ella, en cambio, no busca a Martín Fierro, ese gaucho que se la ganó en un partido de truco. La China escapa. Y es su viaje exploración: de la textura de la seda, del sabor del té, del sofoco en que estalla el sexo. Descubre palabras. Sonidos nuevos para cosas que antes no existían.
Pasan del desierto al fortín, un experimento social que intenta transformar a una masa de criollos brutos en los ciudadanos industriosos que pide la Nación. Pero será en las tolderías que la China y su feliz comitiva encontrarán el Paraíso. También allí, Gabriela Cabezón Cámara reanima su pertinaz aventura literaria: la de fundar un mundo libre, en el que las criaturas se abracen por deseo y gocen el mismo amor de ríos, pájaros y árboles. Y no se sientan solas jamás.

1 comentario: